Cuando la Escuela Media Gobernador Piedrabuena empezó a transformar su realidad, no lo hizo sola. Desde hace más de una década, una red de apoyo camina junto a sus docentes, estudiantes y familias, sosteniendo la continuidad escolar en un contexto atravesado por la vulnerabilidad social y económica. Esa red tiene nombre y rostro: Fundación Cimientos, una organización de la sociedad civil que desde 1997 trabaja en Argentina y Uruguay para que más jóvenes accedan, permanezcan y egresen de la escuela secundaria.

“Estamos trabajando con esta escuela desde 2014. Fue una de las primeras cuando llegamos a Tucumán con nuestro programa de becas”, cuenta Mariela Berenstein, coordinadora nacional de alianzas y articulaciones de la Fundación. Hoy, 92 estudiantes de Piedrabuena reciben ese acompañamiento. “Y vamos por más”, afirma.

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Cimientos tiene presencia en muchas provincias del país, con más de 2.600 estudiantes becados. Pero el vínculo con esta institución tucumana es especial. “Fue muy impactante enterarnos de esta posibilidad de reconocimiento internacional. Seguimos de cerca el entusiasmo de Nancy, la directora, y la acompañamos todo el tiempo”.

Más que una beca

El principal programa que Fundación Cimientos implementa en esta y otras escuelas se llama Futuros Egresados. Ofrece un doble soporte: una beca económica y un acompañamiento educativo con foco en habilidades socioemocionales. “Más allá de lo académico, trabajamos el oficio de ser alumno. La organización del tiempo, la toma de decisiones, el compromiso, la responsabilidad. Hacemos entrevistas mensuales con los chicos, en la escuela, con tutores que los guían”, explica Berenstein. El proceso para acceder a la beca comienza con entrevistas a estudiantes y familias. Se evalúa la situación económica, pero también el compromiso con la escolaridad. “Siempre entrevistamos a más estudiantes que las vacantes que tenemos. Luego asignamos las becas según la disponibilidad”, detalla.

Pero el acompañamiento no termina en la secundaria. Cimientos también impulsa programas postsecundarios, como la Red de Egresados, que asesora en oportunidades laborales, primeros empleos formales y becas universitarias. “Tratamos de dar continuidad. Algunos chicos siguen sus estudios terciarios o universitarios con nuestro apoyo”, cuenta.

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El caso de Piedrabuena es un ejemplo de cómo las alianzas entre el Estado, las organizaciones sociales y las comunidades pueden generar cambios reales. “Nos enorgullece lo que lograron, el trabajo sostenido que hay detrás”, dice Berenstein. Y concluye con una certeza que atraviesa todo el trabajo de la Fundación: “Cuando hay compromiso, acompañamiento y escucha, los chicos no solo permanecen en la escuela. Descubren que pueden construir su futuro”.